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FOTO: LUIS CHOZ  / FESTIVA

Todavía se puede hacer punk rock contra Fujimori, a propósito de ‘Alma rota’ de Aeropajitas

Ser punkie provinciano en Lima, haber crecido en los años 90, haber sido estudiante de sociología en San Marcos cuando entonces eso era sinónimo de ‘ser terruco’, haber formado una banda de punk y seguir sosteniéndola por casi tres décadas, lanzar ahora un disco que entre otras cosas habla de estudiantes desaparecidos, además hoy a 30 años del autogolpe de Fujimori. De eso va esta nota de Youcansayfuck. Entrevistamos a Macha de Aeropajitas a propósito del nuevo disco de la banda, 'Alma rota'.

Publicado: 2022-03-28

Un punkie provinciano llega a Lima a los 15 años. En Tingo María, tierra de cumbias, se escapaba de su casa para ir a conciertos de rock en cines viejos. “Me inventaba cualquier huevada porque no me dejaban salir”, recuerda. Es que cuando has nacido para el rocanrol, no hay cumbia que te detenga y te convenza de que la fiesta está por otro lado. Y él ya sabía que quería ser músico y tener una banda. Aterrizado en la capital, se zambulle como público en lo que queda de la movida subterránea limeña del 89 y escucha por primera vez en vivo y en directo a Eutanasia, Lima 13, Voz Propia, Cardenales. Ingresa a San Marcos para estudiar sociología, pero los tiempos son duros. Comienzan los 90 y Fujimori está en el gobierno haciendo de las suyas, reprimiendo estudiantes so pretexto de paz. No termina la carrera. “Yo en verdad estudiaba sociología para apoyarme con la música. Necesitaba herramientas para entender ciertas cosas y la sociología me estaba ayudando con eso. Pero yo quería ser músico”, dice. Después de algunos intentos, finalmente emerge en 1994, como una necesidad, como una patada: Aeropajitas, su banda.

Hoy el punkie del que hablamos al inicio tiene ya 48 años, se llama Julio Silva. Pero aquí todos lo conocemos como Macha. Vive en Pueblo Libre. Dice que “en Lima nunca dejas de ser provinciano. El que quiere puede ser argentino si quiere aquí, o español. Pero si tú quieres siempre tienes tu cuota de provincia en Lima”. Sin haber nacido aquí, Macha debe ser uno de los pocos punks que le quedan ahora a esta ciudad. Aeropajitas debe ser uno de los pocos grupos de punk que en breve cumplirá tres décadas de carrera musical en el país. La banda acaba de lanzar un nuevo disco, se llama “Alma rota”.

Son casi las doce la noche del domingo 20 de marzo y acabamos de terminar una entrevista de casi cuatro horas con Macha. En los dominicales de TV deben haber hablado de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que reafirma el indulto a Alberto Fujimori, inicialmente concedido por PPK (CTMPPK). Antes de hablar del nuevo disco de Aeropajitas, conversamos sobre cómo era la escena de los años 90 e inevitablemente también hablamos de Fujimori. “La forma en que Fujimori le declara la guerra a los estudiantes, desapareciendo estudiantes, desapareciendo libros, iban los soldados a las bibliotecas y se llevaban libros, fue fatal. Le mete golpe en el 92, y la cosa se pone peor. Para el 95 la cosa estaba terrible. Era complicado sacar una movida con contenido adelante, era bien complicado”, recuerda.

La banda ha participado varias veces en eventos contra el autogolpe, por la memoria, contra Keiko, pero también a favor de candidatos de izquierda en periodos electorales, todo hay que decirlo. No es un secreto que Macha es de la siniestra, políticamente hablando. Luego se decepciona, pero terco ahí sigue votando a la izquierda durante las elecciones. Cada quien escoge sus batallas. Quizá lo importante es lucharla, equivocarse en el camino puede ser un riesgo, luego es de valientes reconocer el error… (bueno, esto último no es muy de izquierdas últimamente, todo hay que decirlo). Sin embargo, se niega a ser militante de partidos. Hasta ahí llega, nunca lo ha sido. “La militancia de partidos es un chiste. Entonces, ya me he desanimado de la política, y ahora más todavía con las nuevas izquierdas, ya no se sabe si son de izquierda o de derecha”. Dice que le tiene más fe a la gente cuando se organiza, y a las chicas. “Me parece que las chicas pueden hacer una pequeña diferencia que los hombres. Voy a fijarme cómo le va a las mujeres en Chile ahora que tienen poder. Creo que es su tiempo. Me parece que pueden hacer la diferencia”, agrega.

Hoy Aeropajitas es: Julio Silva “Macha” (voz), Eduardo Nuñez (guitarra), Javier Chunga (guitarra), Luigi Valdivia (bajo) y Bruno Gadea (batería). Su nuevo disco se llama “Alma rota”. Es un álbum que tiene de punk melódico, en otros momentos es acelerado a toda máquina más del tipo punk hardcore, y por partes es un toque más lento. Pero siempre con rollo, con cosas que decir. “Con la rabia en la boca”, como dice una canción del mismo disco. En la portada aparece la cara de un señor que no se nota, dice Macha, pero está chacchando coca y es de Huamachuco. Allá atrás, unos caseritos del punk rock: la policía. La foto es de El Ambulante Audiovisual.

Un primer tema notable del disco es ‘Los desaparecidos’. El título hace explícito de qué va la canción, es evidente. Pero no se trata de cualquier tipo de desaparecidos, “se trata de los desaparecidos políticos”, deja en claro su autor. Y añade: “Ahora que van a sacar a Fujimori, se repite el dolor eterno de los familiares que van a buscar a sus seres, pero tú sabes que nunca va a haber justicia ya para ellos. De eso trata un poco”, dice. Es un tema que acelera de arranque. El coro tiene una onda rusa, “a lo perestroika”, agrega él. A la mitad, como incrustado, se escucha un poema de Manuel Scorza: “Amargas tierras / patrias de ceniza / no me entra el corazón en traje de paloma / cuando veo la cara de este pueblo / hasta la vida me queda grande”. Es la primera vez que Aeropajitas introduce un poema en una de sus canciones. 

En esa misma línea ‘Bajo el agua’ es un tema que en el coro de la canción habla de “los estudiantes que quemaron” y de “las mujeres que mataron”. Claras víctimas durante el gobierno de Fujimori también. Cabe remarcar que este año se cumplen tres décadas de la masacre de La Cantuta, en donde un profesor y nueve estudiantes de dicha institución fueron secuestrados y desaparecidos por el Grupo Colina durante el gobierno de Fujimori en el año 92. Los cuerpos fueron quedamos entonces para no dejar rastro del crimen. "Bajo el agua están cantando los estudiantes que quemaron, bajo el agua están bailando las mujeres que mataron", dice la canción en clave de punk melódico. 

Otro tema poderoso del álbum es ‘Sombras de la noche’. Dice Macha que cuando canta “somos obreros en países fríos”, se refiere a que “es como cuando te vas del país a Europa y terminas limpiando waters, que es lo que hacen los peruanos cuando llegan”. Crudo. Si bien la canción presenta un contexto adverso, termina con una actitud positiva, como que el que se cae encuentra una motivación para levantarse después. De alguna manera es un ejemplo de que este no es un disco nihilista, sino todo lo contrario. Otro ejemplo al respecto es ‘Aún sigo de pie’, una canción que contó con la colaboración de Mosca, vocalista de 2 Minutos, nada más y nada menos. 

‘La noche de los gatos’ es ese tipo de canciones de punk melódico que hay en el disco que, naturalmente, nos traen al presente recuerdos de aquellos tiempos de festivales en Los Olivos y pogos en ronda. A ver, aquí hay que decir una cosa. A inicios de los 2000, Aeropajitas participó en la movida limeña del punk melódico. Macha es súper fan de La Polla Records y Evaristo y creció escuchando rock subterráneo está claro, pero ahí donde lo ven el hombre también tiene su corazoncito por Rancid, Pennywise, NOFX, No Use For A Name y hasta Green Day, todos íconos de esta otra corriente del estilo musical. Y en cuanto a la movida del punk melódico local, a esta le reconoce el mérito de haber llevado el punk a los conos, algo que no lograron ni los subtes, sostiene. La canción es un temazo.

La canción que da pie al título del álbum, ‘Alma rota’, es un tema escrito junto a Samuel Gutiérrez, conocido artista gráfico. “Esa canción habla de alguien que está quebrado, alguien a quien las circunstancias hacen que todo le vaya mal”. Es particular porque empieza con un piano, algo no tan común en la banda. Samuel también ha colaborado en la composición de las letras de ‘Aún sigo de pie’ y ‘Julio’, cabe mencionar.

A inicios de marzo, Aeropajitas volvió a tocar después de dos años de conciertos suspendidos por pandemia. Esta vez fue un concierto en Festiva, con espacio para el pogo, con boxes a un lado, aunque con menos gente que en circunstancias normales. Le pregunto a Macha si les daría igual tocar para un público sentado, una tradición establecida a inicios de la reactivación de los conciertos en pandemia, y recuerda que ya han tocado varias veces en ese formato. Tocaron una vez en el Teatro Municipal, el lugar dorado y elegantísimo, la gente sentada en sus butacas rojas, los señores de seguridad enternados y después alarmados cuando una mancha se paró a poguear e intentar subirse al escenario. “Eso era divertido, se apoderaban del escenario y todo se hacía un caos”, dice Macha. Al final tuvieron que pagar por algunos daños y perjuicios menores, pero ya está, lo hecho y destruido, hecho y destruido estaba.

El disco ha salido en vinilo y está por salir también en CD. Este último formato lo están sacando adelante sellos de Chile y Costa Rica. Planean presentar el disco pronto por esos países también. Macha dice que si te quedas en Lima, “te miras al ombligo… hay que apostar por otros lugares. Es que si tú no lo pides, no va a venir”, agrega. Una vez se fueron a girar por Argentina, fueron por 11 días, tocaron 10 de ellos, por provincias y por la capital, y en una de esas le abrieron a Gatillazo, la otra banda de Evaristo de La Polla Records. Planean volver a tocar por allá también.

Ah, y sobre Evaristo, Macha cree que lo malinterpretaron, que no es necesariamente antivacuna sino que tiene un rollo con las farmacéuticas. “Me vacila cómo jode de alguna manera, me parece que se fue de nariz con el tema de las vacunas, pero me vacila cómo son jodidos, cómo logran instaurar su discurso, y se meten ahí en la prensa. De ahí a entenderlos también es una cosa muy particular, son del País Vasco, son de izquierda, son unos personajes muy particulares. Ahora, tampoco es que los aplauda como una foca”, dice.

A veces, dentro del punk lo más honesto que uno puede hacer es criticar al más punk de todos cuando se lo merece, sin temor, sin roche. Algo que felizmente todavía pasa en la escena de este género en el underground, en el andesground. Y algo que a decir verdad no pasa más en la política partidaria, y menos en la izquierda local que ha perdido el sentido total de la autocrítica. Todo hay que decirlo. Porque como dijo un poeta, “así es el rocanrol, cariño”.


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Escrito por

Escarlata

Diana Joseli (Lima, 1992), editora de Youcansayfuck.lamula.pe desde abril del 2017 hasta mayo del 2022.


Publicado en

youcansayfuck

Crítica, investigación y difusión de rock independiente. Foto de portada: Raúl García.