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FOTO: DIANA JOSELI / YCSF

Quién ha venido a joder la tranquilidad: Los Fuckin Sombreros, reunión 2019

[CRÓNICA] No se van, no se van, Los Fuckin no se van, no se van. Era el coro que se entonaba ayer en la Noche de Barranco, donde tuvo cita esta esperada reunión de Los Fuckin Sombreros, icónica banda de rocanrol peruano que se separó en el 2007, dejándonos solo joyas a lo largo de su discografía. Twist, rocanrol y psicodelia. Aquí la crónica.

Publicado: 2019-06-23

A Pancho Guevara, baterista de Los Saicos, le gustan Los Fuckin Sombreros. Lo dijo una vez en un conversatorio tras la presentación del documental Saicomanía en el 2011. En ese entonces, los Fuckin, hace rato que ya se habían separado. La banda conformada por Pipe Villarán en la voz y primera guitarra, Francois Peglau en la voz y guitarra, Miguel Barreto en el bajo y Arturo Ríos en la batería, se separó en el 2007, tras una fructífera carrera musical que nos ha dejado solo joyas para la historia del rocanrol peruano: Bazuka! (2003), Tornasol (2005) y Sha-la-la (2006). Los dos primeros editados por Mundano Records, sello que dirige Gonzalo Farfán, de Inyectores, quien anoche por supuesto también estuvo presente. ¿Quién podría perderse el regreso de Los Fuckin Sombreros aunque solo fuese por una noche? Si Pancho Guevara estuviera vivo, seguro que le hubiese gustado ir de todas formas, con sombrero y todo.  

                                                                ***

El primer show ha sido anunciado para las 9:00 p.m. Media hora antes, la gente ya está formando cola, todos y todas con entrada en mano. Este show es sould out hoy en La Noche de Barranco. El chico que va delante de mí ha venido con un pequeño sombrero negro, y la chica que va detrás de mí en la cola, también, tiene incluso uno más alto aún. 

Adentro cada quien está a la expectativa, evocando recuerdos de décadas pasadas, de años que no volverán, pero de música que felizmente de vez en cuando regresa. Desde donde estamos, podemos ver a Los Fuckin tomarse unos tragos mientras llega la hora. Luego, de pronto ya no están más allí. Han bajado y el concierto está por comenzar.

“Bienvenidos a su matiné del rocanrol”, dice el vocalista. Mientras abren con canciones como Sorprendido, Vakera y Always on my mind, todos en el público están un poco quietos, como anonadados de volver a escuchar esas canciones en vivo otra vez, algunos después de mucho tiempo. Se saben la letra, levantan los brazos incluso, pero hay cierta quietud. 

Hasta que de pronto, hasta que de pronto, “¿quién ha venido a joder la tranquilidad?”. Suena Fuckin Twist, la gente comienza a saltar y se arma el primer pogo de la noche. Y ya no hay quién los pare. 

Han despertado, parecía un sueño, pero se han dado cuenta de que no, que todo esto es real, que están tocando Los Fuckin Sombreros en su misma formación de siempre. Han pasado los años, y han pasado también por cada uno de sus integrantes. Pero el espíritu del rocanrol está tan vivo hoy.

La gente está empilada. De acá nadie nos saca, grita alguien. De acá nos vamos con ustedes, dice otra persona. La noche sigue pero en unas horas más va a entrar otro grupo de gente para el siguiente show de la banda. No se van, no se van, los Fuckin no se van, corea el público desde el inicio.

En un rato más invitan al escenario al trompetista de la Fracaso Band -el actual proyecto musical solista de Francois Peglau- Jorge Venegas. Y entonces el público ya rumorea qué canción va a seguir por la inclusión de los vientos. Y efectivamente, tocan uno de los temas más esperados de la noche. 

“Yo nunca fui feliz y en el espejo se traslucía… vagué por la ciudad y nadie me reconocía, nos quieren olvidar, estando vivos todavía”. Charlespunk, una de sus canciones más conocidas de la banda suena, y los treintañeros que han venido esta noche poguean como los muchachos que eran a inicios de los dos miles. ¿Quién no se sabe la letra de esta canción esta noche? Absolutamente nadie, todos y todas la cantan. Y hasta solo gritar un sencillo sha-la-la-la-la, sha-la-la-la-la, es símbolo de alegría, cuando la cantan los Fuckin.

Los Fuckin agradecen a sus músicos invitados, al personal técnico, a los sonidistas, y hasta a Papanoel, que se ha quedado esta noche dicen, “porque tenía un show con Amén pero ha preferido quedarse aquí porque tiene su corazón fuckin”. Quien no ha venido esta noche, se ha perdido de mucho.

A su turno también suena Dulce TV, Predicador, Día de sol, Qué chucha blues, Barbacoapunk, Seis, 40 días. Y luego se hace infaltable un tema que los Fuckin tocaban en sus primeros conciertos, un cover de The Bealtes, Leave My Kitten Alone. Se sabe que los Fuckin han sido siempre grandes admiradores de los cuatro de Liverpool. Una de sus raíces musicales proviene precisamente de allí. 

Hay tanto filin esta noche que en un momento Francois y Pipe se juntan en un solo micrófono para cantar a dúo, y se acercan tanto que sus bocas están a punto de chocar. Se les dibuja cierta complicidad en el rostro, pero Pipe aleja la barbilla de Francois con una sonrisa pícara. El público celebra ese amor al rocanrol, ese amor entre ambos, ese amor entre todos y todas esta noche.

Otro de sus siguientes temas es Moogriento, conocido single incluido también en el soundtrack de la película nacional Un Día Sin Sexo: "infantil en la piel, hay más que conocer, ah ah, yo le quise enseñar qué hay detrás del cristal…Nobody wants to die baby, no, nobody wants to die baby".

Caen globos de colores cuando tocan Sha-la-la. Rocanrol, twist, psicodelia. Todo eso se ha vivido esta noche. Se hace un intermedio antes del final. Y en el baño de mujeres, hay alguien que sigue cantando Sha-la-la desde su respectivo escusado. Es gracioso. Quién va a respetar el intermedio si estamos a tope. No han pasado ni tres minutos, y Los Fuckin vuelven al escenario.

La última canción de este show es Amnesia, un tema de casi nueve minutos. "No sé bien quién me va a buscar, quién me va a encontrar, quién me va a encontrar. Y maldigo a un destino gris, al cual nunca vi, al cual nunca vi", van cerrando Los Fuckin Sombreros, señores y señoras.

Y entonces recuerdo que hace solo un par de años cuando estaba en una discotienda, entró un muchacho a preguntar por discos de Los Fuckin Sombreros, que por supuesto están agotados a estas alturas de la vida. Sin embargo, mucha gente joven hoy sigue explorando por su cuenta la música de bandas antiguas que aunque ya no tocan han dejado un legado importante difícil de ignorar. Y hablando claro, no muchas bandas de rocanrol en estricto, con ese twist y psicodelia, han tenido un legado como el de Los Fuckin musicalmente hablando.

"Quieres que resulte evidente… que no me importa el mañana, ahhh, ahhh", continua la canción para finalmente cerrar con broche de oro, mientras la gente salta, brinca, está toda sudada, agotada pero feliz. 

A nosotros tampoco nos importó el mañana en ese momento, solo queríamos una noche grande de rocanrol, y la tuvimos. Por lo demás, siempre hay gente que sigue coreando: no se van, no se van, Los Fuckin no se van, no se van.


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Escrito por

Escarlata

Diana Joseli (Lima, 1992), editora de Youcansayfuck.lamula.pe desde abril del 2017 hasta mayo del 2022.


Publicado en

youcansayfuck

Crítica, investigación y difusión de rock independiente. Foto de portada: Raúl García.