Niños Sin Smartphones es mi banda junto a Dennis García. Hasta ahora, en Spotify, hemos ganado solamente 61 dólares en más o menos cuatro años. Este es un modelo de negocio que simplemente no nos sirve. Es por eso que Dennis y yo, hemos decidido retirar nuestro catálogo entero de la plataforma.

Soy Ruiz-Gonzalez. Mi canción “Ella anda dormida” (en colaboración con Rafo de la Cuba) tiene ya más de 73k reproducciones en Spotify. La canción fue escuchada 5992 veces durante los últimos 28 días. Es abril de 2022, “Ella anda dormida” se publicó en noviembre de 2020, hasta ahora, he ganado menos de 60 dólares por la canción en más de un año y cinco meses.

Spotify funciona con excelencia para los consumidores de música, pero no para la mayoría de los músicos que allí publican. Spotify promete la mayor exposición mediática que históricamente hayamos tenido los músicos y cumple su promesa con excelencia, pero le paga fracciones risibles de centavos a quienes producen una parte esencial de su negocio, el contenido. Es el más grande “toca y te pago con chelas, pero te va a escuchar un montón de gente” en la historia de la música. Es una plataforma con una tecnología extraordinaria que se toma muy en serio a su clientela, pero que por alguna razón, falla en tomar en cuenta el bienestar financiero de sus proveedores de manera muy obvia, nos vamos dando cuenta.

Ahora, el negocio de la música ha sido siempre un pésimo negocio, y esto no es culpa de Spotify. Es, entre otras cosas, una cuestión de oferta y demanda. Muchísima gente necesita pan diariamente. Entonces, desde una perspectiva comercial, fabricar pan es a menudo, un buen negocio. En cambio, es muy poca la gente que “necesita” música todos los días. Por eso, desde la misma perspectiva, hacer música puede no ser tan buen negocio como fabricar pan. De hecho, existe solo una clase de persona que realmente “necesita” música todos los días, esa clase de persona se llama “músico profesional” y necesita hacer música todos los días porque sino se deprime mortalmente y no puede pagar sus cuentas.

Influye mucho la tecnología que ha hecho que producir y publicar música sea más rápido, fácil y común. Hay cada vez más música disponible, por eso cada vez es más barata. Antes teníamos que ir a una tienda y comprar un disco. ¡Atesorábamos esos objetos! Leíamos las letras y todo el contenido de los álbumes que teníamos. La relativa escasez de música nos hacía apreciar el momento en que finalmente podíamos escuchar una canción.

Si queríamos oír “Abarajame”, teníamos que esperar que alguien la ponga en la radio o MTV. Nadie tenía toda la música que quería escuchar en un aparato en su bolsillo por cinco dólares al mes. Hace años, nuestros abuelos tenían que ir a un grifo y bombear para sacar agua del subsuelo. El esfuerzo les hacía cuidar mucho el agua y no desperdiciarla. Hoy, la música es como el agua que sale de un caño en tu bolsillo, y las plataformas como Spotify son como caños por los que sale música. Mucha música. Tenemos tanta música en las manos que, sin querer, no apreciamos el valor de cada canción, de cada álbum.

Se suma a esto, alguna avaricia y estupidez. Son muy pocos los que se dedican al negocio de la música porque quieren realmente hacer algún aporte al crecimiento financiero de los artistas. A menudo son ex-músicos cuya meta laboral más grande es tener mucho dinero. No lo lograron a tiempo con sus bandas o proyectos, entonces ahora se dedican a vender música profesionalmente pero ya no a fabricarla. Pareciera que siguen pensando que el negocio de la música es un buen negocio, solo que los músicos no sabemos hacerlo, en cambio ellos que fracasaron en la música, sí saben. No ayuda que una gran proporción de negociantes de la música carezca de criterio para los negocios, porque alguien con criterio para los negocios, usualmente no se dedica al negocio de la música. No es buen negocio. Los músicos estamos en este business no por rentable, sino por una cuestión de salud mental. No nos queda otra en ese sentido.

Creo que ya quedó un poco más claro que no culpo exclusivamente a Spotify de que nuestro negocio sea una mierda, es así por muchas más razones, pero es así. La pandemia ha empeorado todo, por ejemplo. Al no haber conciertos, que son históricamente la mayor fuente de ingresos para las bandas, la situación ha estado mucho más difícil estos últimos años. Pero tengo esperanzas y la música nueva que estamos haciendo nos revitaliza.

Como nos vamos de Spotify, A Dennis y a mí nos queda ser creativos al idear la nueva manera en que vamos a distribuir nuestro arte. No estoy proponiendo que echemos abajo el sistema. Solo estoy diciendo que si ponemos nuestro siguiente álbum a la venta en una página web y cobramos seis dólares por descarga y logramos repetir esta operación 15 veces en una semana, haríamos más dinero en una semana que en cuatro años en Spotify. Estoy diciendo que si menos gente tiene nuestra música y es un poco más difícil conseguirla, quizás podemos agregarle valor (cobrar más caro). Creemos en nuestra música lo suficiente como para intentar algo así.

No estoy satanizando a Spotify. No conozco a sus fundadores. Seguramente, dentro de esa compañía hay gente que quiere que las cosas mejoren a nivel financiero para músicos como Dennis y yo, que queremos hacer arte con especial atención en el significado y el gusto. En todo caso, necesitamos que sea esa gente la que tome ciertas decisiones claves que poco a poco arreglen las cosas.

Yo tengo Spotify en mi celular y escucho podcasts todos los días, así que no creo que es cuestión de boicotear a Spotify, que ofrece tremendo servicio a sus clientes y que ni siquiera nos tiene en su radar; creo que es cuestión de atraer su atención al grave problema que tiene no una minoría, sino una grandísima mayoría de sus proveedores, nosotros, los músicos. Entonces, Spotify, si quieren que volvamos, manden emisarios de los buenos, que somos todo oídos, pero hasta entonces, bye bye.

★ MÁS SOBRE NIÑOS SIN SMARTPHONES

• El año pasado, la banda lanzó "Todos vamos a morir", uno de los mejores álbumes del 2021 según la crítica musical especializada.

• "Ella anda dormida" de Ruiz-Gonzalez fue parte del soundtrack de la película nacional Como en el cine, dirigida por Gonzalo Ladines. Recientemente ha lanzado "Fanática", como parte de su proyecto solista.

• El nuevo EP de Niños Sin Smartphones se llamará "Random Lee" y saldrá a la luz en junio. Pueden seguir a la banda en Instagram y en Facebook.

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