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FOTO: GUILLERMO FIGUEROA

Nadie más rocanrol que Pipe Villarán, a propósito del “Sonora” de la Smokin' Pipe Band

Nunca ha sacado un solo disco malo, ni con sus anteriores bandas ni como solista. Con la Smokin' Pipe Band acaba de lanzar "Sonora", un álbum que tiene por un lado la vena del blues más texano que suscribe a puro riff y solos de guitarra eléctrica la idea que el rock no ha muerto, y por otro, tiene también canciones que parecen haber sido compuestas por Spinetta o Sui Generis. En esta entrevista, Pipe Villarán habla del nuevo disco de su banda, como también nos revela qué piensa un ex-fuckin sombrero sobre el sombrero gobernante de turno, nos dice qué ha venido escuchando en esta pandemia en la que es un sobreviviente del Covid, y reafirma su interés por el rockabilly, el blues y el country. Todo mientras bebe whisky, porque así es el rocanrol.

Publicado: 2021-11-07

La melena de Keith Richards desde el colegio hasta ahora que marca ya 51 años, los discos de The Beatles en casa desde siempre, ha transitado por el metal, el hardcore, el grunge, el blues y los reconoce a todos como distintas ramas de un mismo árbol, hijo del rocanrol por sobre todas las cosas, nunca hace música por dinero porque no vive –económicamente- de ella, pero no hay un solo día que no coja la guitarra, lleva ese ritmo desde hace casi tres décadas, tiempo en el que ha sido parte de bandas fundamentales para la historia del rock peruano, jamás ha sacado un solo disco malo ni con sus bandas ni como solista, prefiere el centro político en vez de los extremos saturados en estos tiempos de gente estúpida, erige su obra sobre la melodía antes que la letra muchas veces, le dio el Covid y hoy es un sobreviviente, bebe whisky para que esta entrevista pueda fluir. Con ustedes, Pipe Villarán, como si necesitara presentación.

Cada vez que saca un nuevo disco, el solo hecho de que este lleve o incluya su nombre resulta un sello de alta garantía. Ahora último, Pipe Villarán (voz y guitarra) junto a Marcos Maizel (guitarra), Joni Chiappe (teclados), Lucho de La Lama (bajo), e Iván Mindreau (batería), han lanzado “Sonora” (2021), el primer disco de la Smokin' Pipe Band. Esta lujosa mancha de músicos es la misma formación que lo acompañaba desde su proyecto solista en el 2014. Una excepción es el nuevo ingreso es Marcos Maizel que viene de Uchpa, es decir, sinónimo de vena blues guitarrera de alta talla.

Se sabe que Pipe Villarán viene de G-3 y de Los Fuckin Sombreros. Saber eso es cultura general rockera, pero lo mencionamos por si hay algún incauto. En toda entrevista siempre le preguntan a Pipe por sus ex bandas, por lo insignes que son. Debe estar aburrido de responder al mismo cuestionario, así que en esta entrevista tratamos de evitar preguntarle por ellas. Aunque bien, poca gente sepa de una banda previa suya en el colegio, con Gonzalo Torres (Gonzalete) en su época metalera, dato curioso. “Somos de la misma clase, descubrimos la música de la misma manera prácticamente por nuestros hermanos mayores. En su casa y en mi casa había muchos discos, y en el colegio en esa época también. La fiebre por la música comenzó a pegar muy fuerte en los colegios. Llegó el punk me acuerdo, Gonchi y yo formamos una banda con Pedro Silva baterista de Los NSQ y NSC, y Mauricio Gonzales en el bajo, tocábamos metal, composiciones propias, un cague de risa, sonábamos horrible seguro”, recuerda Pipe.

FOTO: ARCHIVO DE PIPE VILLARÁN

Otra pregunta de cajón antes de comenzar a hablar del “Sonora”, lo verdaderamente importante aquí, era incómoda de plantear pero se caía de madura dada la coyuntura. Siendo él un ex fuckin sombrero quería saber si se siente representado por el sombrero que gobierna desde palacio hoy en día. La sinceridad de Pipe para responder a esta pregunta fue brutal. 

“Siento que la sociedad política y la sociedad civil están polarizadas a los más horrorosos extremos. Está la extrema izquierda que nos gobierna ahora y está la extrema derecha que casi nos gobierna. De este gobierno me da pena que hay mucha mentira con las cosas que prometen, como ofrecer un cambio de constitución, como si fuera un bálsamo, como si, carajo, por escribir no sé cuántas páginas de tinta y papel se solucionaran los problemas del país, y me parece una farsa… Yo estuviera mucho más en paz si hubiese un gobierno de centro, pero parece que como sociedad ya hemos olvidado que existe un centro. O eres azul o rojo, eres blanco o negro, eres caviar o derecha bruta achorada. Entonces ahí está el defecto. Y la gran culpa yo se la echo a las redes sociales porque legitiman las mentiras de ambos lados y polarizan a la gente”, sostiene Pipe. Él se considera de centro. Y Los Fuckin Sombreros no se manchan.

El título del disco, “Sonora” hace alusión a un desierto ubicado entre Estados Unidos y México, al que Pipe visitó con unos amigos en busca del nombre para el álbum. Dice que le recuerda a la película de The Doors, porque “tiene toda esa escena en la que comen hongos en el desierto, están los indios navajos, hay mucha artesanía de los navajos que viven en esa zona”, apunta. En la portada del disco también está puesta la etiqueta de ‘Rock n’ roll impro’. Viene del estilo de la banda, desarrollado de improvisar en vivo como lo hacen los grupos de jazz o de blues. “Es algo que me encanta. Y ahora con Marcos Maizel, maestro de maestros del blues, con Joni Chiappe en el teclado que también es un maestro de la improvisación, me siento un poco en Deep Purple, siento que estoy entre dos genios. Yo me puedo dedicar con Iván y Lucho a tener una base que groovee bien, que sea bailable, y ellos están por su lado y eso es mágico. Y por eso es harta improvisación. Las canciones que la pueden conocer del disco, cuando las escuchan en vivo, se dan cuenta que tomaron otro viaje. Por eso le pusimos Rock n’ roll impro”.

Este disco tiene un pie puesto en el bluegrass, el blues texano, el hillbilly, y otro, en las baladas country folk, psicodélicas y hasta gitanas. Como inspiraciones musicales, Pipe ha venido escuchando mucho a Black Pumas, ZZ Top, The Raconteurs. Esta última es la banda de Jack White, y Pipe siempre habla de este señor salido de The White Stripes: “como dice Elton John, si no fuera por Jack White, we will be fucked, estaríamos cagados”, afirma. Y aquí hay de eso, como también hay de Spinetta, Serú Girán, y hasta Los Fuckin Sombreros.

De hecho, en muchos casos, las sorpresas del disco están más en este segundo grupo de canciones, lo cual tiene una explicación para Pipe. “Siempre el rock lento, melódico con espacios grandes, es algo que está presente desde los Fuckin Sombreros, porque con G-3 no podía (risas). He estado explorando con eso, y creo que viene de una influencia muy antigua que son Los Beatles. Esta onda que con Francois exploramos mucho en Los Fuckin. Y siempre cuando escuchaba discos, las canciones lentas me gustaban mucho, fuera de la prostitución que tuvieron las lentas con las baladas metal de los 80, que me parecen asquerosas. Yo me refiero más a Pink Floyd con Wish you were here. Entonces este disco tiene un lado rocanrolero y tiene un lado más introspectivo, que también tiene de psicodelia, me gusta meterle wah-wah y meterle delay, que auditivamente te remitan a estados mentales más libres. En vivo encajan perfecto, es como un bálsamo, rockeas y luego de ahí viene una lenta que te hace escuchar”, apunta.

La canción abridora de este disco es ‘Smokin’ groove’, un tema instrumental deliciosamente disco funk que arranca con los ladridos de un perro que se van distorsionando para luego entrar en ambiente y no dejar de bailar, mientras sientes esas típicas bolas grandes de pequeños espejos de cristal por encima de tu cabeza, a los costados, por todos lados, y sigues dándole al dancing. Aquí hay una anécdota. “El perro se llama Tarzán y es el perro de Gaete, dueño de Shamática Studio. Ahí hicimos todos los overdubs del disco. He grabado ahí más de un año, y más de un año a este perro desgraciado, lo asusté sin querer. La primera vez que me vio estaba yo todo de negro con máscara negra, y el perro se aterró de verme y desde ahí me la juró y me quería morder. Decidimos grabarlo y con eso arrancamos el disco. En el fondo todas estas canciones son diversión”, cuenta Pipe.

Luego está el primer grupo de canciones bluseras, ‘Lena’, ‘Acuarela’, ‘Hijo pródigo’, ‘Si nos volvemos a ver’. En todos estos temas las guitarras brillan por sí solas. Se hace evidente aquí el gran aporte de Marcos Maizel, como también el diálogo que establece con Pipe, guitarrísticamente hablando. Los solos, las fugas, el acompañamiento. Después de escuchar estos temas lanzados en pleno 2021, quién podría decir que el rock está muerto, y menos en este país. Todo esto es algo que hay que apreciar además porque no hay muchas bandas en Lima que hagan rocanrol estrictamente hablando, mientras sí hay varias haciendo math, hardcore, punk, y ni qué decir de las tendencias de la época. Aquí te das cuenta que hay algo que en Pipe no va a cambiar.

Le pregunto si algún día experimentaría con otro género alejado del rock como la fusión o el trap, por ejemplo. “El trap no me gusta. Por otro lado, considero que hay tanta gente haciendo fusión y haciéndolo bien, y yo no tengo esa vena criolla, ni tengo esa vena afroperuana. Aunque me gusta la música criolla, pero si me preguntas por el trap, mezclar mi música con ritmos traperos o hip hoperos, no, no me gusta esa música. Yo soy una persona a la que le gusta la melodía, y esa música por lo general no es muy melódica. Hay buen pop ahora, hay gente que está haciendo cosas alucinantes. Pero también hay mal pop, y el mal pop es tan masivo que es inevitable. Me sentiría falso haciendo una fusión de rock con marina. Considero que el rock es tan amplio, para arriba, para abajo y para los costados, que yo creo que hay mucho por explorar. Me queda muchísimo por aprender del blues, del rock, del rockabilly, y proyectarlo con sonidos modernos”, dice Pipe y la tiene clarísima.

foto: 27 studio

En este primer grupo de canciones también está ‘Matinee’, un tema en clave hillbilly, ese tipo de música original de la parte rural de Estado Unidos. Según Anthony Harkins, el término viene de esto: “Hill-Billie es un ciudadano blanco de Alabama, que vive en total libertad en las montañas y sin trabas; apenas se relaciona, viste con lo que puede, habla como quiere, bebe whisky en cuanto tiene la oportunidad y dispara su revólver cuando se le antoja”. Tocar hillbilly con banjo, este instrumento tipo guitarra circular, le da una singularidad entre tradicional y divertida al country. “No he nacido en Kentuchy o Alabama, pero estas canciones salen por la guitarra. Yo tengo esa escuela americana. En esa canción lo primero que sale es el sonsonete de la voz. Pero desde el nacimiento tenía esa onda hillbilly. Hay un banjo ahí que lo hace Joni con el teclado. A mí me encanta el country”, dice Pipe mientras le da curso a su whisky. El estilo hillbilly también ha sido casi nulamente desarrollado aquí. Aunque algunas bandas como Atómica lo hayan incluido en su último disco, o Los Caracoles Suicidas.

En el otro grupo de canciones que son más bien baladas folk y psicodélicas, no dejan de haber solo hits y aquí radican gran parte de nuestras favoritas del disco. Comencemos por 'Solo un bajón', una maravilla en letra y música que parece sacada de un disco de Los Fuckin Sombreros en la línea de ‘S.R.S’, por ejemplo. Mientras Pipe canta: “Ven aquí no te sientas mal / déjame verte llorar / sano y salvo en la máquina / en busca de alguna señal”, las guitarras consuelan suavemente mientras el teclado genera una atmósfera hermosa de calma post resaca. Una canción que está hecha como para escucharla mientras caminas con los pies sobre la arena en la playa, en soledad y dejando que las lágrimas que tengan que caer se desborden porque “es un bajón / no es nada más / no me vengan a buscar”.

Ahora, el mismo disco incluye, como bonus track, la versión en inglés de este tema bajo el título ‘Coming down’. Esto tiene una explicación. Pipe se fue a grabar ‘Lenna’ a Nueva York con Kieran Kelly, su productor de confianza que viene trabajando con él desde sus discos de solista, y este le pregunta si tiene otra canción para grabar. Pipe le muestra un demo que compuso en inglés en la época del Cosmos y graban esta belleza, que sería la versión original y que tiene su propio significado en este idioma (en español tiene un sentido algo distinto por la adaptación que había que hacerle a la música y por temas de métrica). 

“Yo tenía que venir con un esbozo de letra para grabarla al día siguiente en el estudio, en la semana que revienta el virus, y lo que viví en Nueva York era aterrador, y eso fue un poco lo que inspiró la letra. Todo el mundo caminando como robot, el que se atoraba por poco y le pegaban, la sensación de terror, y por eso lo de safe and sound in your plastic bags, a salvo en tus bolsas de plástico. Las bolsas de plástico son las mascarillas o esta sensación de profilaxis de no tocarse”, explica Pipe. Pero esperen a esta otra parte de la canción: “Just a pawn in their endless game / they bought and sold you every time / Just like snow we keep falling down / still our feet don't touch the ground”. Sobre todo esto último, que sería algo como esto: como la nieve seguimos cayendo y aún nuestros pies no tocan el suelo. Poesía pura al estilo Dylan.

Otra canción muy particular en el disco es ‘Pequeña muerte’, sobre todo musicalmente hablando, que también va en la línea de ‘Estrella’ de Los Fuckin. Para comenzar es el único tema tocado con guitarra acústica con cuerdas de nylon y cajón peruano. Si líneas arriba Pipe había dicho que él no haría fusión ni tiene vena criolla, cuando llegamos a hablar de esta canción, entra en duda. “Decíamos acá no va a pegar una batería, ni hablar porque es muy tosco, tiene guitarra acústica y una letra súper íntima, de congoja, de tristeza, es una canción oscura. Evidentemente necesitaba percusión menor. Y ahí se nos ocurrió el cajón, porque si bien las congas le dan un aire percutivo bacán, la conga es más alegre, es más festiva, es más tonera, y el cajón tiene esta onda de lamento, de tristeza, y encajó perfecto. Y sí… eso puede ser fusión. Sin querer pudimos haber logrado hacer fusión con algo peruano o sudamericano”, dice Pipe, sorprendido de su propia reflexión.

Además el tema de esta canción habla de la muerte: “Aquí estoy vengan a verme / bailo sobre el cristal”. Le pregunto a Pipe si en algún momento piensa dedicarse a otra pasión o si tiene decidido hacer música hasta el final de sus días. “A nosotros los rockeros nos tienen que sacar con los pies pa’ adelante. Nosotros nos morimos en el escenario o en el estudio… o en el camino a grabar nos agarrará el infarto (risas). No, no creo que nunca lo deje”, afirma. Por cierto esa última línea de la misma canción, “tan alto como el sol / por mí / en mí”, viene de “alto en la torre nació mi voz” de Sui Generis, agrega Pipe. Hay algo hermanado con el rock argentino en este disco.

Y sí, otro tema en el que nos queda clara esa influencia del rock argentino es la hermosísima ‘Abril’, vaya temón que parece haber sido compuesta por Spinetta, pero en realidad es un aporte original de Joni Chiappe, tecladista de la Smokin. La historia es esta. “Una vez estábamos en una prueba de sonido, había un piano, se puso a tocarla y a cantarla, y le dije qué es eso. Puta, es un temita, me dice, todo modesto. ¿Qué es esto, huevón?, ¿cómo se llama, es tuya o es de Spinetta? No, es mía, se llama Abril. Vamos a grabarla, Joni. Y Joni, maravillosa persona que es, amoroso, súper generoso, la donó al repertorio de la Smokin y de hecho la hicimos nuestra. Hay un arreglo de guitarras que me parece que es lindísimo, entre Marcos y yo entretejemos la canción, mientras está el teclado de Joni por sobre todo. La fuga de la canción es mi arreglo. Todo conversó lindo, pero el diamante es la composición de Joni”, relata Pipe. Una maravilla que no deja de tener fuerza en la letra además: “la ciudad es más dura en abril / te ajusta hasta conseguir / que el dolor se te vea en la frente…/ la ciudad es más dura en abril / se viste toda en satín / y no espera a que te hagas más fuerte”. Gracias, Joni, maestro.

Por último nos queda hablar de ‘Deja vú’ e ‘Isabel’. “’Deja vú’ estaba incluida en el “Mala influencia”, segundo disco de Pipe como solista pero aquí toma un camino ligeramente distinto. “Yo tenía ese gran defecto, que creo que lo estoy superando, que es la necesidad de meter partes. A veces una canción ya está lista con una estrofa y un coro, y yo tendía a meter una parte más y al final te queda una huevada como frankenstein. Eso le pasó a Deja vú en el Mala Influencia, tiene cambios que ahora he evitado y creo que la canción está mucho más directa y coherente. Tenía muchos arreglos vocales, que putamadre ni The Mamas & The Papas lo podían hacer (risas), y sentía que a la canción le faltaba ser más directa, inclusive creo que he mejorado la letra ahora”, explica Pipe.

‘Isabel’ no existe pero existe en esta canción. Pasa que como él mismo lo dice, la melodía para Pipe es el inicio de todo, y sobre ello construye muchas veces la letra. Entonces esta canción nace a partir de una melodía y un nombre. Pero la letra tiene mucha concordancia con el título. Hay una alusión a cierto personaje de élite, es el nombre de una reina, además. “No está dirigida a ninguna Isabel, la palabra encajaba perfecta con el coro. A veces en los ensayos no tienes qué cantar y haces un poco de tararí tarará e Isabeeel, salió. La idea era construir la canción alrededor de Isabel. Te imaginas una niña dulce, qué se yo. Y la construcción de la letra nace a partir del nombre. Aparentemente Isabel es una pituca, se codea con la sociedad. Es como que a Isabel la conocías de niño y acabó yendo a mejores fiestas que tú. Tú seguías en la esquina y ella estaba en los tonos”, apunta Pipe.

foto: facebook de la smokin pipe band

Lo que se viene es la presentación del “Sonora” en el Sargento Pimienta este 19 de noviembre con la Smokin' Pipe Band, y un poco después la presentación de la reedición del “En casa” de G-3, su otra banda, en el Festiva. Le pregunto brevemente por este concierto, Pipe dice que Gonzalo, Gabriel y Guillermo siempre están elucubrando cosas y que él solo se caga de risa y dice sí a todo, que hay canciones que nunca han tocado en vivo y que va a ser como un tour de force.

Por último le pregunto a qué banda le gustaría telonear en un futuro. Me dice que a Black Keys, Jack White, Tame Impala, The Raconteurs, aunque lo que más prefiere es tocar en un concierto chico donde él sea el plato fuerte. También le pido que nos recomiende algunos documentales o libros para algún día saber tanto como él de rock, y dice que hace poco vio Black Woodstock, que Please Kill Me de Legs McNeil le parece un gran libro, tanto como Just Kids de Patti Smith, a quien ha empezado a seguir en Instagram, y dice que vale la pena tener Instagram solo para seguirla a ella (y yo suscribo).

Pipe Villarán es una biblia del rock andante, y no hay nadie más rocanrol que él en el Perú. Qué tal “Sonora”, qué tal Smokin'. Harto whisky.


+ EL DATO:

La Smokin Pipe Band presenta "Sonora" este 19 de noviembre.

Vayan escuchando previamente el disco completo aquí.

Altamente recomendadas: Smokin' Groove, Acuarela, Solo un bajón, Abril, Coming down.


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Escrito por

Escarlata

Diana Joseli (Lima, 1992), editora de Youcansayfuck.lamula.pe desde abril del 2017 hasta mayo del 2022.


Publicado en

youcansayfuck

Crítica, investigación y difusión de rock independiente. Foto de portada: Raúl García.