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Algo en qué creer: 10 años de 'Ciudad Indiferente'

El tercer álbum de una de las bandas de punk melódico más representativas del país, cumple su primera década este año. Un disco que, entre otras cosas, nos reafirma una vez más que el rock aún critica. Y mucho.

Publicado: 2017-04-10

Del Ciudad Indiferente, el tercer disco de Diazepunk lanzado en el 2007 que este año cumple su décimo aniversario, podríamos decir muchas cosas que se saben y otras que no tanto. Podríamos decir que ganó el Premio Luces del diario El Comercio como mejor álbum rock ese año. Pero también podríamos decir cosas mucho más importantes. Como lo que este disco significó para la banda y lo que dejó musicalmente para el legado de la escena independiente de los dos miles.   


Nosotros somos Diazepunk: “Javi, Take, Mauricio, el Gutty, Charly que soy yo” 

El año pasado la banda anunció no solo su regreso a los escenarios, sino la reunión de su formación más clásica. Aquella con Charly en la voz, Take en la guitarra, Mapache en la batería y el regreso de Javi en el bajo y Gutty en la otra guitarra. La última vez que se vio esta formación fue en el año en que salió el Ciudad Indiferente. Los cinco grabaron el disco entre febrero y diciembre del 2006, y lo lanzaron en el 2007.

Como se sabe, luego Gutty dejó de tocar con la banda y en el 2010 Javi se fue al extranjero. En adelante Diazepunk siguió con diferentes integrantes en su remplazo. Muy buenos músicos, eso sí. Pasaron por la banda: Joaquín Cúneo de Estado de Sitio, Ricardo Méndez de Difonía, Dani Willis de D’mente común. Y tocaban las canciones de Diazepunk y del Ciudad Indiferente, pero el feeling para muchos no era el mismo.

Fue por eso que cuando el año pasado Diazepunk anunció su regreso y encima con la formación clásica, los seguidores de la banda sentíamos que nuestros corazones saltaban de alegría, como si estuviéramos en medio del pogo, y no de cualquier pogo, sino en el pogo de aquellos festivales de punk melódico de inicios de los 2000. O al menos, así lo sentí yo. Pero de cualquier forma, en ese entonces después de ese disco, la banda no volvería a tener más su formación clásica por un buen tiempo.

Antes de que volvieran, y sin saber que lo harían, entrevisté a Charly, Javi y Gutty. Para los últimos dos, el Ciudad Indiferente es su disco favorito de Diazepunk. El último que grabaron juntos.


“Vamos a meterle algo de rocanrol a todo esto”: Producción, arte y temas

La producción musical, el arte y los temas del disco, son las tres cosas que más destacan a primera impresión.

Por el lado de la producción musical. Charly dice que eran los años en los que ya habían juntado dinero por el boom de los festivales, y querían hacer un disco con todas las de la ley. Pocos saben que es el primer disco de la banda apoyado por un productor musical, nada menos que Ricardo Méndez de Difonía, dice Gutty. Además para entonces ya tenían a Javier Chunga, como manager, que también venía de trabajar con 6 Voltios y Aeropajitas y organizar los Festivales Rock en el Parque. Para Javi, es el disco más profesional que han sacado y con el que mayor madurez musical ha llegado la banda hasta entonces.

De hecho, cualquiera que escuche sus anteriores trabajos (desde el demo En Pepas (2000), el Viernes (2001) -con todo el cariño que se le tiene por ser el primer disco de la banda-, o el Bajo en serotonina (2004), no podrá negar la gran evolución en la producción musical que marca este disco para Diazepunk. Ha sido el disco más vendido de la banda, y el que les ha abierto las puertas para sacar el disco fuera del país.

En cuanto al arte del disco, quien lo vea, lo primero que le llama la atención es el diseño de la portada. Toda una ciudad incendiándose: Jesús con lentes de sol y dólares en las manos, el mismo Palacio de Gobierno, los medios de comunicación, los edificios, las combis; y en el medio: las víctimas, la gente pobre, los niños, la indiferencia de los que voltean el rostro para no observar.

Como dice la canción Por mi ventana: “Vemos cómo se hace mierda esta ciudad / ¿Cuánto más vamos a aguantar? / Cierra esa ventana porque yo / No quiero respirar ese aire”. De hecho el arte del disco, que continúa con más figuras al reverso y al interior del mismo, nos van advirtiendo del contenido crítico que se despliega en los temas de este disco.

Quien crea que la generación de la escena de los 2000, solo habla de temas de amor o dulcetones, sin mayor rebeldía como la de los subterráneos de los 80, es porque no ha escuchado el lado crítico que muchas bandas de esta escena aún conservan. Un lado crítico que en Diazepunk, una de sus bandas más representativas, ha desarrollado desde su primer demo, y en este disco no deja de continuarlo, e incluso afinarlo mucho más que en los anteriores.

“El ‘Ciudad indiferente’ es donde revisé una y otra vez las letras. Me preocupé porque las letras que hablen de política, hablen bien de lo que yo quería decir, que ya no sean tan generales como ‘abajo el sistema’, sino también hablar del plan en la educación y el plan en los medios de alguna manera”, comenta Charly.

Las letras de la banda siempre han sido compuestas por Charly. Y los que algo conocemos su chamba, sabemos que no se limita a escribir temas de amor, ni menos censurarse temas políticos que puedan ser menos populares, incluso cuando se canten en eventos organizados por marcas comerciales y a más de uno se le levante la ceja, o en el mejor de los casos les ‘abra los ojos’. 

"Creemos poder volar y solo sabemos caer / es mas fácil estrellarse / que decidirse a intentarlo / Debemos lograr cambios ya / y darnos la oportunidad / y evitar la ambición ajena /nos consuma y desaparecer". Dormir en el fuego - Diazepunk

Pero lo que pocos saben es que una de las canciones más bacanes del disco fue escrita inicialmente por Javi. Un día, Javi preguntó ¿en qué canción de la banda había participado en la composición de la letra?, en medio de una transmisión en vivo para un sorteo. Nadie dio con la respuesta. Aquí la tienen:

“La única canción que yo hice de Diazepunk fue ‘El Plan’ toda la música fue mía, y al principio la letra también pero Charly la cambio casi al 60%. Y no me molesta para nada (…) Siempre Charly ha sido uno de mis escritores favoritos. Me gusta la forma en que escribe de amor también. La verdad me gusta la mayoría de sus letras”, dice Javi.

Hay muchos temas que destacan del disco y se han vuelto clásicos. De hecho, algunos de estos, como Días grises, Algo en qué creer y Dormir en el fuego que luego cambió de nombre por Miedo y fe, ya venían tocándose en los conciertos, y habían aparecido en el disco en vivo “Diazepunk. Rock en el Parque”. Es difícil elegir qué temas son más destacados que otros. Es uno de los discos más parejos en cuanto a buena composición de música y letra. Además de los que ya mencionamos, otros clásicos han sido: Verme Caer, Si no te olvidas de mí, Enero en Diciembre.

Por último, de las canciones de este disco que menos se tocan en los conciertos, destacan dos. Una es la única canción instrumental en la historia de la banda llamado Tráfico. Y otra es Garaje, una canción divertida sobre la amistad de la banda, los amigos de otras bandas, dedicada a un lugar en el que varios grupos de la escena del punk melódico de los 2000 comenzaron sus historias como Diazepunk.

“Yo no sabía que Charly era de mi barrio. Nos juntamos a conversar y un día me invitó a un ensayo en el garaje. Resulta que era el garaje de la casa de un amigo, Arnaldi que es el baterista de Rezaka, y vi un montón de chicos así súper punks y un garaje súper punk y fuimos simplemente y la primera canción que tocamos fue ‘‘Linoleum’’ de Nofx. Y salió increíble, salió buenazo, y todos nos quedamos como que ‘¡ahhh!’, y buenazo. Ahí nació el amor a Diazepunk”, suspira Gutty. “Luego, ensayábamos religiosamente todos los sábados en este garaje que te cuento. Porque ahí era nuestro sitio de ensayo, no pagábamos, no tenía que pagar nada porque era el garaje de un amigo donde todos ensayábamos. Era la misma batería, los mismos amplificadores para tres bandas que éramos: Diazepunk, Rezaka, a veces iban los 6 Voltios, de vez en cuando, los Kaos y Desorden. El garaje fue una etapa muy chévere”.

Y así fue. La primera década de los 2000 fueron años muy chéveres, no solo para las bandas que comenzaban e iniciaban así una nueva etapa en la historia del rock independiente, sino también para quienes comenzábamos a descubrir el rock peruano en esos años. 

Para muchos de los seguidores de la banda, este disco de Diazepunk nos siguió dando, como dice una de sus canciones: “algo en que creer, en verdad / sentir que es cierta la realidad / y enfrentar el engaño en el cual creemos”. 

Gracias muchachos por volver. Que vengan más discos. ¡Larga vida al punk melódico!

 

EL DATO:

Después de 10 años de no haber grabado un disco juntos, al parecer la formación clásica de Diazepunk prepara uno nuevo. Confiamos en que saldrá de putamadre.


Escrito por

Escarlata

Diana Joseli (Lima, 1992), editora de Youcansayfuck.lamula.pe desde abril del 2017 hasta mayo del 2022.


Publicado en

youcansayfuck

Crítica, investigación y difusión de rock independiente. Foto de portada: Raúl García.